miércoles, 29 de febrero de 2012

Cómo se aprende el oficio de la arriería, algunas cosas de los viajes, los amores y las creencias de los arrieros.

* Testimonios de viejos arrieros de oficio.

Yo pensé en trabajar en eso de la arriería, pero yo nadamás de mi pasatiempo, no es que uno me haya puesto ni nada, me puse yo solo a trabajar con patrones arriando cuatro mulas para la sierra, para la costa, por ahí anduve trabajando desde los 18 años, en un rancho que se nombra La Gloria de Chignahuapan, para acá; ahí me salió muy bueno mi patron, estuve primero con uno, pero no me gustó, pero luegó me pasé con un dicho Lorenzo Hernandez de la Gloria y le dilaté 7 años.
Empecé a bajar por aquí al lado de Cuamaxalco, y por acá por donde me daban las cosas cómodas. Pasaba yo por San Cristóbal, Chiconcuautla, iba yo a Zacatlán a vender maíz, y si no lo vendía yo, me iba hasta Aquixtla, de Chignahuapan al aotro lado. Ahí anduve por donde me mandaba el patrón, por aquí abajo de Villa Juárez, hacía yo para regresar 5 díaz, ya sea Zacatlán o a donde me decía que me esperaba.
Llegué yo a Coyutla, pero primero anduve por Pantepec, por ranchitos por donde me daban las cosas baratas, en un pueblo que esta en un cerro. La Ceiba todavia no era la Ceiba, era La Junta, era potrero. Me metí hasta el castillo de teayo, pasando por Mecapalpa, El Carrizal y adelantito a Pantepec; Pa'l castillo me iba por La Ceiba, llegué hasta el mar. En esa temporada me fuí sin parecer del patrón, me dilaté creo que 20 días, despés ya me buscaba, pero no por mí buscaba sus bestias.
Cuando llegué a Zacatlán le mandé una carta de cuándo llegaba, me ayudo a ver como venian las bestias. Venian bonitas. (Luis Domínguez. Chiconcuautla.)


Comencé de arriero, lo hizo la necesidad y pus las materias primas que se necesitaban aquí en nuestro pueblo no las había, tenía uno que salir a proveerse de lo que uno o el pueblo necesitaba. Entonces la emprendi yo de arriero.
De aquí salia lejos. A coyutla, ver., a cargar chiles, por que antes se sembraban chiles por allá, no como ora que aquí se siembran; y luego iba a Entabladero; de aquí a Bienvenido; de aquí a Zacatlán; de aquí a Huauchinango.
La vida del arriero es triste porque hay que esforzarse y por la simple necesidad de sostenerse, ya que no hay otro medio de sostener a una familia de 5 - 6 - 7 hijos.(David Aldana Becerra. Chiconcuautla)



Porque me enseño mi papá Dolores Ortíz si, yo me enseñe desde chiquillo, ya no quise ir a la escuela por que veía yo que mi papá ganaba harto dinero, entonces era un pancle de puros veintes verdad y a mi me gustó; le digo a mi papá; yo no voy ir a la escuela, yo quiero ganar dinero también. Que me catigue Dios y ya no fui a la escuela, tenia yo como 10 años cuando más, nomás fui tres años a la escuela, ya no fui y ahí me enseñe con burritos ir a Honey, que todavia no podía ni apretarlo, pedia yo permiso, bueno pedía yo favor de que mol apretaran en el camino. Por ese lugar está bien horrible por ahí por Jonote, por Las Lajas, por Cerro Trozado; no, no conocen ustedes, desgraciadamente ya no existen esos caminos o ya no pasa uno. Por ahí bajaban los carros antes, con burros, piloncillos y de allá para acá jabón; el piloncillo aqui lo hacen, el jabón era el perla compadre. Cuando llegué yo como a los 14 años, ya don Regino Cruz me dio un atajo de bestias, como de 6 acémilas.(Modesto Ortiz. Pahuatlán)


Cuando se murió mi padre me dejó como de 7 años; ahí andaba yo nomás al no poder trabajar, estaba muy chiquillo y fuí creciendo otro poquito y venía un arriero que traía pulque todos los días y me animaba. Me decía: vamos a Honey. Le digo: pero no sé, pues nomas se de aquí a Honey, para allá ya no sé. Bueno pero tengo cuatro arrieros y ahí te vas, te llevas dos o tre s burritos. No, no van a querer -dije- no sabe uno de arriero, si no sabe uno del camino. Dice ahí te vas, si no nomás para acarrear zacate para los burros. Me fuí pos tardé 8 años con el.
Tenía yo 13 años, 13 años cuando me fuí y allá tarde 8 años con él, si señor, Meregildo Ibarra, el tenía 4 arrieros, 5 con el de las bestias grandes y no daba abasto para entregar aquí donde le pedían. En  las rancherías llevaba bestias grandes y los burritos los mandaba de vuelta, si señor, y tenía un compadre que se llamaba Carlos, que ese iba tres viajes a la semana, vivía en Honey, y dice: pus te vas ahí, no quieren los otros arrieros que te vallas con ellos, vete con mi compadre, allá donde vas tú, ve él. Dijé: Bueno. Pus ya me fuí encarrilando con él y nomás me pusó 3 burritos y uno a caballo y pus fuí perdiendo el miedo, porque caminábamos toda la noche, porque saliamos a las 9 o 10 del rancho y llegábamos a Honey a las 4 ó 5 de la mañana.
Ya me había dado cuenta del camino y pus ya primero me puso 3 burritos, luego 4 y luefo 5 hasta que me acompletó el atajo de 10 y uno de silla, y el día sabado, si consegían otros, nos ponía 10 o 13 burros, 14 uno solito. Me fuí imponiendo y pus iba yo casi no mucho iba, pero casi no sentía las desveladas y iba yo viaje diario y llegaba yo temprano y les daba de almorzar a los burritos y otro viaje.(Ismael Tellez. Pahuatlán)
 

El arriero José.

Yolanda Calderón. 

Homenaje a su padre por sus 52 años de arriero.





De 9 años, ropa de manta
Itacate al hombro y descalzo,
Con dos burros flacos y cuatro perros,
Iniciaste tu largo peregrinar.

Es que tu alma de niño con las estrellas
Piedras del campo, vientos y flores
Quizo jugar, o será que igual que las aves
llevas en el alma ansias de libertad.

Así creciste arriero José, detrás de
Las bestias, tras de esperanzas, tras
Quimeras que te hicieron soñar.
Cuántas noches dormiste sobre la hierba,
Cobijándote con techo de estrellas,
Teniendo por compañeros solo tu perro
Y caballo alazán.


La noche esta obscura, ya todo está en
Paz, sólo se escucha a lo lejos,
El arriero sus penas cantar,
Al compas de los cencerros,
Comienza a silbar,
Sus burros entienden sus penas,
Después de tanto caminar.

¡Caminen, caminen mis burros, mi perro
Y mi caballo alazán, que antes de que
La luna duerma, tenemos que cargar!

Pasan los días, pasan los años
Y tú sigues tu peregrinar
Es que valles, ríos y montañas
Te esperan para poder platicar.

Dime arriero José ¿Quién te enseño a cantar?
Fue el jilguero o la orquesta
De pájaros que tantos años te vieron pasar.





Cuando pequeña muchas veces vi a los
Ignorantes tu humilde trabajo humillar
Será que ellos no saben lo duro que es
Ganar el pan, pan ganado con polvo,
Cansancio y sudor, pan ganado con
Desvelos y mucho, mucho tesón.

Arriero valiente que no temes ni al rayo
Ni al viento, ni al hambre, ni a la tormenta
Ni al agua de los ríos, que tantas veces
 te quisieron ahogar.

Ni cuando se quemó tu casa
Mientras nosotros llorábamos
Tú con tus lágrimas el fuego querías apagar
Nos quedamos sin techo ni hogar.

¡Caminen, mis burros, mi perro
 mi caballo alazán, que tras la montaña
está el pueblito a donde hemos de llegar!





Cambiaremos pulque por panela,
Maíz y frijol por pescado de mar,
Rebozo y faldilla para María
Y caballo de palo que a mi hijo
Prometí llevar.

Dime arriero valiente, al rgresar
Qué viste por esos lugares.
¿Cómo son esos pueblos
A donde no llegaremos jamás?

Dime cómo haces para que a los 52 años
Por el camino y 72 de edad
Estés como un viejo roble aún de pie,
Será que te hiciste amigo del tiempo
Y siempre te respeté, lo mismo de la
Muerte que tantas veces te reclamó.

Los años pasaron, murieron tus bestias
Tu perro y tu caballo alazán
Solo te quedó el pelo blanco
Cicatrices en la cara, arrugas en la piel
Y mucho, pero mucho recuerdo en el alma.


¡Caminen, caminen mis burros, mi perro
Y mi caballo alazán, que allá
En la distancia una carta de amor has de entregar!

Los arrieros no mueren jamás
Porque en las montañas y los caminos
Dejaron su huella al pasar.
Un amigo en cada pueblo para recordar
Y un amor en cada jacal.

En las noches obscuras y frias
Por valles y serranías
Te miras como fantasma
Cabalgando, cabalgando,
Sin cansarte jamás.

¡Caminen, caminen mis burros, mi perro
Y mi caballo alazán que al fin ha
Llegado la hora de descansar!




lunes, 27 de febrero de 2012

ARRIEROS SOMOS... Un poco de historia sobre la actividad arrieril en México.

Los Arrieros.
José Calderón.

Voy a cantar un corrido,
muchachos mis compañeros,
nomás no hagan mucho ruido,
porque nos muerden los perros,
ahí les va mi corrido,
como cantan los arrieros.

Como arriero que yo fui
monté muy buenas mulas,
ora me ven por aquí
cantando mis aventuras,
todo el atajo vendí,
sólo guardo mis monturas.

La primera que compré
me salió reparadora,
mas luego la tracalié
por otra muy pateadora,
apenas la manotié
parecia locomotora.

Y hay que trabajo me dio
para hecharle yo la silla,
me aflojo hasta una costilla,
pero no se me escapó
esa mulita tordilla.

Como no queria carga
la carga que le ponia,
hasta la fui a encaminar
al potrero cierto día,
que se fuera a retozar
porque a mí, no me srvía.

Luego compré otro parcito
para acompletar mi atajo,
y me respondio un perico
haciéndola de relajo:
y ahora lo veré arrierito
si cumple con su trabajo.

Y hay que maldito animal,
parece que adivinaba
lo que a mi me iba a pasar
con es bruta mulada,
si hasta busqué caporal
para que me acompañara.

Pasaron algunos días
le dije a mi caporal,
que haber si le convenía
que quedara en mi lugar,
porque yo de la arrieria
ya me quería separar.

Me contestó muy gustoso:
vamos haciendo un contrato,
no sea que sea muy chismoso
y me recoja el atajo,
y me quede como el oso
 devisando para abajo.


El sistema de arriería controlaba el único medio de trasporte para la comercialización tanto de los productos regionales, como de los productos manufacturados que requerian los mestizos, a lo largo de las rutas que comunicaban el centro del país con la costa veracruzana y con la región de la Huasteca.
Durante los periodos porfirista y revolucionario, se da la llegada del mayor número de fmilias mestizas a la región centro de México. Estas familias llegaron atraidas por las posibilidades de superacion económica y social que esta basta y fértil región ofrecía.
Mestizos pobres, muchos de ellos nacidos fuera del matrimonio y criados por la madre indígena, imposibilitados para reclamar legalmente herencias paternas, si es que las habia, y ligados sólo levemente a  la trdición indígena del trabajo agrícola, fueron quienes tomaron el oficio que desde mediados del siglo XIX se llevo a cabo.
La arriería, oficio de mestizos pobres, se convirtió en la actividad económica por excelencia que no sólo brindaba beneficios económicos, sino gran prestigio social.
El sistema de arriería tenia dos modalidades: las grandes caravanas, con rutas y pedidos establecidos previamente, y el de los arrieros libres, que cubrian distancias menores. Las principales rutas de estas caravanas, que llegaban a tener hasta 500 mulas, cubrian la ruta principal de la sierra que iba de México al puerto de Tuxpan, pasando por Tulancingo, Huauchinango y Coyutla como puntos intermedios. La importancia de esta ruta obligó a los comerciantes que por allí enviavan sus mercancías a la constucción de puentes y otras obras para asegurar el paso de los atajos de mulas.
Otra ruta de importancia partía de México a Papantla pasando por Apizaco, Zacatlán, Amixtlán, Coyutla se partia a lo mas accidentado de la sierra, donde hasta la actualidad el único medio de transporte son las mulas.
La ruta de la Huasteca partía de Tulancingo a Pahuatlán, llegando hasta Metlaltoyuca y de allí a Huejutla; aunque también de Tuxpan se podia entrar a Huejutla y de allí a la Huasteca.
Estas grandes rutas eran cubiertas por empresas comerciales que controlaban grandes atajos de mulas y que tenian su sede en los centros económicos de la bocasierra. Los arrieros que cubrían esta ruta tambien hacian encargos por su cuenta a lo largo de la ruta, al igual que los que trabajaban independientes comerciando en pequeñas zonas conectadas con alguno de los centros económicos mayores a los cuales llevaban los productos agrícolas de sus pueblos, así como los abarrotes y manufacturas que allí se necesitaban.
Paralelamente a la extincion de las rutas de arriría, que era reflejo del dominio que la población mestiza iba adquiriendo en la región fueron surgiendo plazas comerciales. Antes del establecimiento de estas plazas comerciales, los intercambios económicos se hacian mediante el trato directo con el productor y por encargo en los centros económicos creados por el asentamiento de los mestizos. Los arrieros trataban directamentecon el productor indígena en su lengua y de acuerdo a su conveniencia y costumbre, los precios del chile, maíz, frijol y otros productos de autoconsumo en la región. Los mestizos que hasta 1930 habbían tenido poco intercambio económico con los indígenas, encargaban a los arrieros mercancias manufacturadas y abarrotes, para satisfacer sus propias necesidades culturales, por medio de tiendas que surtian a la poblacion mestiza del lugar.
Los arrieros fueron abriendo camino para lo consolidación  de los mestizos de la región: las rutas comerciales, se convirtieron a su vez en rutas de migracion mestiza. Los arrieros hacian amigos y compadres en los lugares donde pasaban; tenian una o varias mujeres en los parajes y lugares de la sierra. Sus parientes o familiares se asentaban en nuevas poblaciones y les ayudaban en su trabajo.
En síntesis, la arriería conformó una extensa red social y de parentesco a través de alianzas matrimoniales y de compadrazgo que incluian tanto a mestizos como a indígenas. Esta extensa red social, al irse concretando, cristalizo en grupos de poder económico, político que mantenian el poder de una microregión, vinculados con otros grupos semejantes de la misma zona.
Estos grupos de poder mantuvieron el control de la región hasta mediados del siglo XX, cuando comenzó el período de penetración del capital a través del estado, mediante la construccioón delas carreteras. Estas carreteras cambiaron totalmente los centros de poder creados años atras, a la vez que afectaron la complicada pero bien estructurada red de rutas de arrieros y plazas a través de las cuales se mantenía el control económico.
Plazas importantes en ruta de arriería caían mientras otras surgían al paso de la carretera, cambiendo a su vez las relaciones de poder tanto entre los diferentes grupos mestizos como entre éstos y la poblacií indígena, que por su parte comienza a tener otras opciones económicas.

* Testimonio de viejos arrieros de oficio de Huauchinango, Pahuatlán y Chiconcuahutla.




Arrieros Sn Felipe 2010 Lerma

Arrieros Autenticos Viejitos Sn Mateo Atarasquillo 2011

Arrieros Sn Felipe 2010 Lerma

Arrieros Sn Felipe 2010 Lerma

viernes, 17 de febrero de 2012

PARA ENTENDER LA DANZA DE LOS ARRIEROS.


En palabras del sociólogo e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, Eduardo Sandoval,  que cita en su libro "La danza de los Arrieros entre la Identidad y la Memoria" (2004).
Los danzantes arrieros son actores sociales individuales y colectivos que ritualizan el pasado, mediante un imaginario que se materializa en lenguaje corporal, baile, vestuario, ornamentos, roles cantos, versos, diálogos y música, con referentes simbólicos, manteniendo los fundamentos de la tradición.
Arrieros autenticos viejitos San Mateo Atarasquillo 2011



Arrieros Hacienda San Pedro Cholula Ocoyoacac
En la actualidad, estas significaciones se constituyen en elmentos integradores y de cohesión social que identifican culturalmente a las poblaciones que desarrollan la danza.
La dinámica de los danzantes de arrieros encierra toda una acción de rituales que exigen espacios, tiempos y momentos especificos, inspirados en un pasado recreado en el presente con una organización simbólica, con estructuras jerarquizadas en su interior y con el entramado de relaciones religiosas, sociales y culturales. La escenografía, y las vestimentas de arrieros y todos los personajes que confluyen en la danza, representan corporalmente un contexto social y económico que comunica e integra culturalmente a danzantes y espectadores.
Arrieros San Felipe 2010  Lerma

Arrieros Autenticos Viejitos San Mateo Atarasquillo 2011


Las diversas acciones y representaciones de los danzantes exponen de manera explícita y tambien implícita, un lenguaje simbólico que comunica la acción y la función social de todos los personajes que entran en escena, y que a través de su indumentaria comforman complejos culturales con acción corporal que significan realidades, sentimientos, fantasías, frustraciones, pasado y presente de aconteceres que sirven para rehacer y revivir la historia en el presente, atrayendo y cautivando al público.
El simbolismo y las acciones de ritual se expresan principalmente en la eleccion de unos danzantes que evocan y representan el pasado arrieril, con la sonoridad de las palabras de arrieros, patrones, capataces, sonidos, música y silencios, que acompañan las secuencias de la llegada al corral, la descarga, la quitada de los aparejos, los bailes de los patrones, los atajadores, los administradores y los demás elementos que integran el reglamento de esta danza.
Sin duda el mayor simbolismo y ritual se manifiesta en el profundo catolicismo: oraciones, estandartes con el santo patrono, vírgenes, imágenes guadalupanas, bendiciones, cantos religiosos, letanías, entrada a la iglesia a pedir permiso, baile en el interior del recinto, baile en el atrio, despedida y agradecimiento en el interior del templo, legitimando toda su actuación en la comunión de lo sagrado.
La religión, las danzas, los ritos son mecanismos de socialización, mediante los cuales la población, expresa en forma colectiva y organizada los sucesos de sus antepasados, registrando con esto una creación de identidad religiosa y cultural, con fechas definidas que reiteradamente se transmite a las generaciones venideras.
En este sentido la Danza de los Arrieros ha contribuido a forjar identidad cultural y regional en las poblaciones donde se lleva a cabo; a cimentar el tejido social sin olvidar sus referentes historicos, los cuales se recrean continuamente. Todas las cuadrillas de arrieros trabajan de manera incansable todos los años por mantener y cualificar sus danzas; ello es prueba fehaciente de querer conservar una tradicion cultural que expone acontecimientos de la historia regional y local con miras a mantener activa la memoria colectiva.
Danza de arrieros La Autentica Sta Ma. Zolotepec Xonacatlan 2012

Arrieros Autenticos Viejitos Sn Mateo Atarasquillo 2011

Arrieros Sn Felipe 2010 Lerma
El danzar de arrieros es una herencia de los ancestros en algunas regiones del Estado de México, cuya tradición se ha transmitido a través del árbol genealógico de cada grupo familiar con la participación directa, la colaboración económica, la ayuda logística, o como espectadores, que la acogen, disfrutan y aprueban.
Los mayordomos de las danzas asumen tambien el papel de cuidadores, protectores, colaboradores, organizadores y administradores de las danzas, de manera voluntaria; sin lo cual tambien sería complicado y pondría en riesgo la continuidad de la danza. La total independencia económica y organizativa de institución religiosa, política y formal alguna, le garantiza continuidad, éxito y permanencia como grupos autogestionarios y de representacion sociocultural de sus comunidades y municipios.
El danzar arriero es una manifestacion cultural que rescata la memoria histórica de la región, al igual que es una forma de vivir y conocer el mundo, de convivencia con la familia, amigos y allegados en espacios colectivos de recreación cultural, que enlaza pensamientos y experimenta emociones que merecen respeto y dignidad.